Empresas de primera línea recibieron en los últimos días llamados del Gobierno en los que se les sugiere frenar las compras de productos provenientes de Estados Unidos. El encargado de las comunicaciones telefónicas fue el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien, según los directivos de las compañías que relataron a este diario, justificó el pedido en el importante déficit comercial que la Argentina tiene con el país que maneja Barack Obama. «Importen de cualquier país, de Brasil, de China. Pero de Estados Unidos, no», fue el mensaje del funcionario cuando argumentó el pedido.
Los importadores más grandes del país aseguran que al menos 20 empresas ya fueron advertidas con estos llamados. Si bien entre los hombres de negocios, las comunicaciones del polémico secretario vinculadas a las importaciones no son novedad, llamó la atención que en estos momentos se especifique que las compras señaladas provengan de EE.UU. Lo vinculan solo en parte al déficit en la balanza comercial, ya que algunos le encuentran relación a la negativa del presidente norteamericano a incluir a la Argentina en su gira por Latinoamérica.
La idea de restringir, aunque sea con cuentagotas, las compras a EE.UU. va en principio a contramano del deseo oficial de evitar conflictos con un país que es fundamental para las negociaciones con el Club de París por la deuda en default.Pero, a la vez, el Gobierno asegura que hay producción local sensible que tiene dificultades para ingresar al mercado de EE.UU., como en el caso de los limones y la carne vacuna.
Entre las últimas compañías que recibieron los llamados se encuentra una importante alimentaria, una textil y una compañía de agroquímicos. En el último caso, las importaciones que la empresa realizaría de EE.UU. eran por u$s 40 millones, lo que representa apenas un 10% de las compras totales al exterior que realiza. Pero la dificultad más grande es que en ese caso el producto importado solo se fabrica en una planta de EE.UU.
Las trabas a las importaciones a través de comunicaciones informales del Gobierno resurgen periódicamente como una queja en las reuniones de compañías que compran al exterior insumos fundamentales para la producción. En mayo del año pasado, esta política trajo un grave cruce con Brasil. El entonces director de Comercio Exterior de Lula da Silva, Welber Barral, aseguró que adoptaría represalias si la Argentina imponía trabas a la importación de productos alimenticios fabricados en su país.
Los importadores argentinos temen que vuelvan a instalarse los retrasos en la liberación de mercadería en la Aduana. El traspaso de un cargamento del llamado «canal verde» al «canal rojo» equivale a que una compañía no obtenga en 72 horas un cargamento importado, sino que las demoras pueden superar los tres meses. Esta situación ya generó cientos de amparos presentados ante la Justicia por el perjuicio que causa a las empresas.
Según la investigación periodística aquí reproducida, Guillermo Moreno en persona se ocupó de apretar a los responsables de ventas de varias empresas de primera línea que tienen la mala costumbre de usar insumos de origen norteamericano.
Florencia Lendoiro, quien firma la nota, grabó la siguiente conversación entre la operadora (de una importante empresa cuyo nombre comienza con Nes y acaba con Tlé) con el secretario de Comercio Interior, en otra muestra de actitud mafiosa que se advierte en el propio lenguaje telefónico y en la insinuación grosera del final:
OPERADORA: Nestlé buenos días, ¿en qué lo puedo ayudar?
MORENO: Pasame con el CEO de la empresa. OPERADORA: ¿Quién habla? MORENO: Moreno. OPERADORA: ¿Qué Moreno? MORENO: El primo del pintor OPERADORA: ¿Qué pintor? MORENO: El que......... (sic) (censurado)
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