sábado, 20 de abril de 2013

Horacio Días es juez en causas penales, no del lenguaje

Para explicar las condenas ejemplares a Pedraza y otros integrantes del sindicato ferroviario, el titular del Tribunal Oral en lo Criminal 21, Horacio Días, dijo (sic):

"...Fue el mismo arma el que mató a Ferreyra y causó graves lesiones en Rodríguez".
Como lo estaba escuchando, la frase me sonó horrible. ¡Que bestia! Menos mal que el cambio de artículo sólo corre para el singular, por que si no Días habría dicho, en caso de que hubiera más de un arma, "fueron los mismos armas los que mataron..." con lo cual tendríamos un idioma que se reforma vía fallos judiciales. Porque ojo, aunque los del PO están disconformes, éstos son los jueces que quieren cautelares eternas.
"Arma" es sustantivo de género femenino. 
Debió decir: FUE LA MISMA ARMA QUE MATÓ A FERREYRA, ETC.
Sin "mismo" (en realidad, "misma") hubiera sido correcto decir "FUE EL ARMA QUE MATÓ A FERREYRA..."
Doctor Días, usted tiene autoridad, es doctor en materia jurídica, legal, penal, pero en materia lingüística o gramatical uno espera que hable y escriba con la mínima corrección. . Casi podríamos pensar (y escribir) que usted es un zopenco en materia gramatical, lo que desluce la sentencia. 
Su error zoológico proviene de una lectura (de usted o de quien escribe sus sentencias) poco atenta de la regla, como puede leerse aquí:
La regla gramatical expresa que el determinante y el sustantivo tienen que ocupar posiciones contiguas. Si se interpone cualquier elemento, el determinante vuelve a la forma femenina, que es la que le correspondería, como puede leerse en este ejemplo proveniente del diario El País, octubre de 2007:

Dos profesores y tres estudiantes [...] han resultado heridos al ser tiroteados por un adolescente que [...] se ha quitado la vida con la misma arma.

No fue la única animalada del doctor Días, que hablaba con una gran seguridad, la de los zopencos, como puede leerse aquí.
Uno no dice DE ESTE AGUA NO BEBERÉ sino DE ESTA AGUA NO BEBERÉ. Si la confusión de Días es el agua, afortunadamente no es de LAS AGUAS
Arma seguirá siendo femenino aunque digamos EL ARMA. En el idioma, "arma" tiene similar tratamiento que ALMA.
Y a propósito:
¿que fue de José Pedraza, del peronista combativo?
¿Que fue de la agrupación de Casco y Pedraza?
¿Que fue del dinero cash que Menem entregó en mano a Pedraza para modernizar el Belgrano Sur?
¿Que fue del Hospital del sindicato Unión Ferrovaria donde se realizaron los primeros trasplantes cardíacos a cargo del doctor Bellizi?
El doctor Díaz probablemente sea un magistrado probo. Pero no sabemos si aprobó las materias de los niveles primario, secundario y universitario correspondientes al estudio de la lengua castellana.  


domingo, 14 de abril de 2013

ROBERTO NOBLE Y EL REGISTRO NACIONAL DE LAS PERSONAS

Roberto Noble ha pasado a la historia como editor y director de un diario de distribución masiva. 
Ser editor y director de un diario de distribución masiva otorga prestigio, pero la realidad es tan compleja que una misma persona puede ser AL MISMO TIEMPO editor, director de diario y también un animal, un subnormal o un infradotado (sin discriminar a nadie). Es decir, Noble no ha pasado a la historial por ser un animal, un subnormal o un infradotado.
Todo el crédito sobre la tapa en cuestión es de Daniel, quien la descubrió y reprodujo en su blog El Aguante Populista, aquí.
Esto nos permite esbozar un par de reflexiones, opiniones apenas, sobre la "dictadura" peronista, la "satisfacción" de la "polémica" Evita, sobre el atropello oficialista derivado de crear el Registro Nacional de las Personas, y sobre la supuesta seriedad de Clarín y la no menos supuesta inteligencia de su director.
Por una cuestión etaria, casi todos nosotros nacimos en una época en la que el tal Registro ya existía, y me resulta imposible verlo como un atropello propio de una dictadura panóptica, aunque dudo que el director de Clarín conociera el término: Roberto Noble no era especialista en datos censales ni demografía sino en hipódromos, caballos pura sangre y shows nocturnos. 
Fue en un tablao de la Avenida de Mayo donde conoció a Ernestina Herrera. Noble, antes que demógrafo, pues, era un burrero conservador y con plata, y también un cajetilla que llevaba y traía chimentos a don Manuel Fresco.
Aunque él ya no está en condiciones de aprender nada nuevo, ni de criticar o aplaudir, vale la pena saber que:

Hay testimonios fragmentarios de censos efectuados 3800 años antes de la era cristiana; la política censal en el mundo dominado por Roma es famosa (por ejemplo, el censo de Herodes). 
La información recopilada en los censos se archivaba en registros. Muchos de esos registros se efectuaron y guardaron antes de que se conociera el papel en Occidente.
Los censos tenían fines impositivos: conociendo cuántas personas habitaban una zona y con qué medios económicos contaban, era posible calcular los próximos ingresos fiscales. La vieja nobleza no trabajaba al menos como lo entenderíamos hoy, de modo tal que conocer esos ingresos de las clases económicamente activas era vital para la supervivencia de la nobleza que se dedicaba a guerrear, holgazanear y cazar.
Esa vieja nobleza desapareció con las revoluciones de Gran Bretaña y Francia, y la independencia de EEUU, que alumbraron la Modernidad, pero los censos se siguieron efectuando, y cada vez con detalles más precisos, circunstancia que Roberto Noble desconocía siendo, como era, un especialista en hipódromos, caballos pura sangre y shows nocturnos en la Avenida de Mayo. 
Años después, cuando “la dictadura peronista” había sido derrocada, Noble parece (aunque parece nomás) haberse convertido en especialista en determinadas “batallas” de las industrias básicas, como la de la petroquímica o la siderurgia, pero esa es otra historia.
Y también es otra historia: ¿de dónde salió la fortuna de los Noble? ¿Quizás de fondos clandestinos de la Alemania nazi?

Volviendo a los censos y a los registros nacionales de las personas que Noble tan bajunamente critica, en el siglo XX la estudiosa británica Eileen Power publicó, con datos extraídos exclusivamente de registros censales, un trabajo delicioso y pleno de buen humor sobre personas que habitaron Europa entre los siglos XIII y XV. 
Para poderlo hacer, repito yo como caballo de noria o calesita, era necesario que existieran en tales países los registros de las personas de los que Noble abomina, fueran ellos nacionales o locales, civiles o religiosos.
Y refiero estos detalles porque tapas estúpidas y necias como ésta que pego arriba contribuyeron a “educar” el actual sentido común dominante de la Argentina.
Esos censos o registros en Europa existen, fueron archivados prolijamente y sobrevivieron a muchos conflictos y a muchos siglos. 
Releyendo la tapa, quien esto escribe confiesa que parece escrita por un ser antediluviano: es imposible concebir una sociedad moderna careciendo de información demográfica básica.
Por esos censos, por este resguardo de fuentes del que Eileen Power es ejemplo, sabemos hoy la historia cotidiana del campesino Bodo y su familia, que vivió en su fundo en tiempos de Carlomagno. 
Y su vida nos ha llegado a la actualidad por los datos de un catastro de la Abadía de Saint-Germain des Pres, en París, que se puede consultar libremente y Eileen Power reproduce en su "Gente de la Edad Media".
Sobrevivieron esos archivos al paso de los siglos y las guerras.
Al contrario de Argentina, donde muchos registros fueron destruidos o hurtados del ámbito público y apropiados ilegalmente, por ejemplo, en el estudio jurídico de Klein &Mayral&Grondona. O incendiados, como los del Banco Nacional de Desarrollo, ex Banco Industrial, ex Banco de Crédito Industrial.
Hoy nadie discute que un registro nacional de habitantes sea un organismo necesario para diseñar políticas públicas en educación, salud. 
Los dinosaurios van a desaparecer.

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